Donde habite el olvido:
Como los erizos, ya sabéis,
los hombres un día sintieron su frío.
Y quisieron compartirlo.
Entonces inventaron el amor.
El resultado fue, ya sabéis,
como en los erizos.
Luis Cernuda
Sostener,
Mil años sostener
Ya sin esperar
Solo observar
Lejos muy lejos,
Llegan susurros hacia mi alma,
Invitándome a caer,
a zambullirme en otros tiempos,
En otro cuerpo
Para morir
Y renacer en ti,
Desde ti,
sobre mis cenizas,
que sólo las lleva tu viento.
Noche sin luna,
Trae susurros de tu voz,
Me pides que escuche al viento,
Que te siga,
Y a decir verdad que más querría
Que ignorar mis días
Y mi historia,
Y seguir tus pasos,
Dejarme enredar,
Atarme a tus cuerdas.
Abrir, mi vencido corazón, ante ti
Demasiado
He dicho demasiado ya,
Abrumada, perturbada, desorientada.
Cansada de poner energía
De poner onda, de poner el cuerpo
De poner el alma.
De saber comprender
De conservar mi lugar
De silenciarme los sentires
De saber que no debo,
Que no corresponde,
De ser políticamente correcta.
De morderme los labios.
De mirar a través de otros ojos,
De presentir,
De sentir,
De ir barruntando espíritus ajenos
Sobrecargada
Silenciada.
Saber que mi corazón estalla,
Que mi mente miente
Que mi cuerpo muere.
Hoy voy a llegar al borde, es necesario dejarme caer,
enloquecí en tu presencia y no quiero tener este control,
voy a lanzarme.
Se que estás esperando, puedo sentir tu ansiedad.
Tu mirada me llena de preguntas que tu voz no puede articular,
entonces sé que todo depende de mí, hacia mi propio vértigo.
Y estoy lista para embestir a tu alma.
Prepárate.
Mi presencia en ti será fuego.
Mi marca, quedará tatuada en tu piel, en tu alma también…
Me temes?
Haces bien porque mi desmesura te derribará,
y te consumirá los líquidos.
Si no puedes volar, sólo quedarán tus cenizas.
Me provoca tanto tu presencia.
Hueles ligeramente, tu adrenalina me excita tanto.
Ya carente de filtros, mi mente te atravesará.
Tal vez duela,
pero no olvidarás este verdadero placer.
Hay días que claramente, lo mejor es la noche,
te trae dolor, cuestionamientos de fondo.
Trae ese asco de uno mismo.
Esa mirada miserable hacia esa parte pútrida que duerme en mi.
Y entonces,
La sangre, es la bebida para dormir,
alma cansada, y desbastada.
No quiere saber, ni sentir, ni despertar…
cualquier cosa trae puñales…
No te podes callar, necesitas pasarlo todo por lo verbal, y perdiste el parámetro del silencio.
Que mierda me importa a mi tus rollos vieja, tu pacata reacción frente al mundo,
tus vicios, tu fe de género que nunca te dejo ser nada, hacer nada…
Estás ahí igual que ayer, no creciste, no podés ver mas allá de tu nariz,
no sabés como me entristece tu mediocridad…
El mundo anda a las zancadas, y tu tímido y frágil pasito no te mueve.
No lo ves, estas quieta.
Estás muerta.
No me quites el tiempo.
No entorpezcas mi andar
Mi vuelo, está más alla de aquí y de vos…
Donde vos, ni te podes imaginar…